La mediación es un proceso voluntario, flexible y participativo de resolución pacífica de conflictos, en el que las partes recurren voluntariamente a una tercera persona imparcial, el mediador, para llegar a un acuerdo satisfactorio.
Es un método de resolución extrajudicial de controversias que se enfoca a la búsqueda de soluciones a partir de la escucha activa, con el objetivo de que el resultado satisfaga a todas las partes implicadas.
En muchas ocasiones, la mediación es el modo óptimo de afrontar los conflictos que pueden surgir en las relaciones familiares, vecinales, comerciales e incluso penales. Un acuerdo de mediación permite evitar los inconvenientes de todo proceso judicial: gastos de profesionales, informes periciales, retrasos en la tramitación, recursos, etc.
Pero la gran ventaja de la mediación es que además de la posibilidad de conseguir un acuerdo, permite fomentar una mejor relación de las partes a futuro para evitar que se reproduzcan los conflictos, manteniendo una relación que de otro modo suele quedar rota tras pasar por los Juzgados.